Alarife y Cornelo Room

Los Alarifes y sus ayudantes, como el maestro Cornelio, eran los verdaderos magos de cantera del virreinato. Dicen que el Marqués les pagaba con monedas marcadas que solo ellos podían usar para comprar vino en el Centro Histórico. La leyenda asegura que, en el hueco de la pared, justo donde se une el color ocre con el ladrillo, hay un plano oculto con un código secreto. No es para un tesoro, sino el calendario exacto de cuándo el Acueducto iba a fallar por primera vez, algo que solo Cornelio (el más desconfiado) se atrevió a dejar como advertencia. Si tienes un problema complicado de trabajo, la solución se te aparece al despertar, como un regalo de estos maestros. Pero si dejas algún tornillo flojo o un mueble chueco en el cuarto, puedes jurar que el espíritu de Cornelio te dará un buen jalón de orejas a medianoche.